Hablamos con Juan Carlos Santamaría, Director de comunicación en Inithealth, una empresa dedicada a construir soluciones digitales basadas en planes de salud. Conversando con nosotros nos habló del poder de la comunicación, de la importancia de la marca personal y de la nueva concepción de las redes sociales.
Devol: ¿A qué se dedica Inithealth?
Juan Carlos Santamaría: Sobre todo nos dirigimos a mercados B2B, o sea, mundo asegurador, empresas de prevención de riesgos laborales, grandes corporaciones… que quieren desarrollar una solución digital, generalmente el formato de aplicación móvil, para que sus asegurados, clientes, trabajadores… puedan hacer un seguimiento de esos parámetros de salud y, bajo la base de los planes de salud, hacer un seguimiento y, a través de una gamificación transversal, poder tener retos individuales, colectivos o cumplir ciertos retos que les pueden llevar a un Marketplace de canjeo de puntos o bien descuentos en grandes almacenes o lo que nuestro cliente corporativo decida.
¿Cómo se transforma alguien que viene de un sector como los seguros en una referencia en el sector y top voice de LinkedIn?
JCS: Yo contaba con una evolución de haber trabajado 20 años en puestos comerciales del sector seguros o la creación de redes de ventas, lo que sería un negocio B2B a través de distribuidores de corredurías y agentes de seguros. Los últimos 13 años en el Grupo Init, como comentaba antes, con el desarrollo de negocios a través de la comunicación y redes sociales de la plataforma Inithealth, pues me ha obligado a tener que introducirme de lleno en aquello que yo pensaba que no tenía.
Porque pensaba que no tenía redes sociales, pero las tenía, solo que no eran digitales. He tenido que hacer una transformación digital y mental. Usando las habilidades de nuestro expertise del mundo de B2B de negocios y mundo relacional, aplicado al mundo digital y a través de publicaciones, de artículos de opinión y de participación en diferentes eventos, te vas posicionando como referente en un sector.
Porque no eres tú el que lo eres, eres lo que otros digan o crean que eres realmente, y eso te ayuda y te motiva a seguir haciendo colaboraciones, participación en diferentes mesas, asociaciones y grupos de opinión que, al final, te hacen avanzar. También aplicar inteligencia social, que sería hacer un seguimiento de aquella gente que recomienda tus publicaciones, los comentarios que hacen al contestar, seguir a voces que tú consideras también referentes dentro de tu sector y que te permite identificar tendencias y crear relaciones realmente profesionales pero basadas en lo humano, en el contacto… Desvirtualizarlas vía cafés, eventos presenciales…
Y todo eso es lo que te va dando un nivel de relación que, ya lo hacíamos en los años 80 y 90 cuando tomábamos un café o asistíamos a una feria profesional, pero que ahora seguimos haciendo eso, pero es mucho más fácil llegar a un mercado que está fuera de nuestras fronteras, iba a decir físicas, pero también mentales, y eso hace que al final la creación de nuevos negocios y nuevos clientes no sea súper fácil, pero es más fácil que antes.
Eres referente en el mundo de la tecnología, de las startups, de la salud… ¿Cómo se construye una imagen sólida, profesional y personal?
JCS: Todos tenemos una imagen personal y profesional. Tener, la tenemos. Primero hay que identificar qué imagen tenemos o qué creemos que estamos trasladando a los demás. Y eso también lo puedes hacer preguntando a gente de confianza de tu entorno, que te digan cómo te ven y cuáles son tus puntos fuertes o para ellos tus puntos débiles, para ver si coincide con tu valoración de tu DAFO personal y confidencial contigo mismo.
Eso te llevará a definir cómo querrías verte o cómo querrías que te vieran los demás. Entonces, eso, úsalo en función de cuál sea tu objetivo personal/profesional en el sentido de tu situación, bien seas fundador de una empresa o seas subdirectivo de una empresa o un trabajador de base de cualquier empresa, por pequeña que sea…
Incluso un estudiante. Esto lo digo también en las charlas en universidades. Puedes ser un estudiante, todavía no tienes trabajo… ¿Dónde te gustaría trabajar? ¿Cuál sería tu objetivo y cuál sería tu ideal de puesto de trabajo para los próximos 5, 10 o 15 años? O lo que tú intuyes, porque luego puedes ir cambiando y pivotando.
Con eso puedes diseñar un plan de comunicación que no tiene por qué ser en mayúsculas, puede ser un pequeño plan de comunicación. Ver a qué personas voy a leer, voy a dedicar al día equis minutos. Yo suelo recomendar, si estás en modo muy “no quiero, me cuesta, no tengo tiempo…”, dedicar solamente 15 minutos antes de que abras el correo electrónico y mires el WhatsApp, a mirar si en LinkedIn tienes alguna notificación, alguna invitación, quién te sugiere que puede ser tu contacto… Dedicar un cuarto de hora a buscar antiguos conocidos de empresas anteriores, compañeros de estudios, profesores de la universidad y gente de nuevos nombramientos de tu sector que has leído… Y con eso empiezas a enriquecer tu red de contactos.
Evidentemente, el paso dos que todos recomendamos es que seas uno de ese 0,35% que publica algo semanalmente. Ahora mismo, a nivel mundial, creo que hemos llegado a los 1000 millones de usuarios de LinkedIn. En España somos 14 millones, pero de los 14 millones solamente el 0,35% publicamos algo semanalmente. Cuando digo algo, puede ser algo de 200 palabras, no hace falta que sea una tesis doctoral.
Debes empezar a publicar algo, y ese empezar puede ser tan simple como un párrafo haciendo un comentario o una publicación que has visto dando tu opinión. Con el paso del tiempo, aunque hay que tener paciencia, no te vas a hacer un referente en el sector en un día, salvo que inventes algo o seas un estudioso de una universidad, sino que tardarás un tiempo, empezarás a hacer tu proyecto de marca y ser un micro influencer dentro de lo que sería tu sector o entorno laboral.